Abanicos
Abanico seda
Abanico madera pericón 31,5 cm
Abanico bolso liso sin calar
Es una realidad que el abanico guarda un sinfín de funciones más allá del simple hecho de abanicar, con un misticismo que le convierte en una pieza excitante. Sus distintos colores y estilos se adaptan para representar diferentes símbolos, con lo cual se presentan como el mejor añadido cuando se quiere lograr un aspecto increíble.
Conoce a continuación todo lo que necesitas saber con respecto a los abanicos, de manera que puedas desarrollar un criterio que te permita escoger las mejores piezas. El emocionante mundo de los abanicos te espera.
El origen de los abanicos
Siempre conviene conocer el origen y evolución de las cosas para tener una visión mucho más amplia y determinante sobre cada producto. En el caso de los abanicos, estos empezaron a hacerse presentes, según la historiografía, allá por los tiempos del imperio egipcio.
Lo cierto es que pasaron unas cuantas lunas antes de que esta pieza llegara a convertirse en lo que hoy conocemos como abanico. En un principio no se trataba de un elemento portátil, con lo cual es fácil deducir que su primera versión no formaba parte del atuendo femenino.
No fue sino hasta el siglo VII, cuando un artesano chino inspirado en el funcionamiento del ala de un murciélago, desarrolló el primer prototipo de abanico plegable. Este no tardó en calar en la sociedad, pasando rápidamente a formar parte de la vestimenta de las mujeres más pudientes.
Un poco más tardó este invento en llegar a Europa, viéndose por primera vez en el siglo XV como resultado de los viajes portugueses que para entonces habían establecido rutas comerciales hasta el lejano oriente.
Unos cuantos siglos más tarde, en XVIII, España pasaría a convertirse en uno de los principales productores de abanicos en conjunto con los franceses e italianos. Esto popularizó en gran medida el artefacto, que en poco tiempo pasó a ser adoptado por diferentes culturas.
Un ejemplo de este hecho es la aparición del abanico de pericón, un elemento de mayor tamaño en comparación con otras presentaciones, que se utilizaba para los bailes de flamenco.
Para esta instancia el abanico era de uso múltiple, ya que tanto hombres como mujeres solían llevar versiones compactas en sus bolsillos. Aun así, con el tiempo pasaron a ser de uso exclusivo de las damas.
Usos del abanico
Este complemento en primera instancia se desarrolló con el objetivo de ventilar o dar aire para contrarrestar el efecto sofocante del calor. Al ser un objeto compacto y fácil de transportar, rápidamente pasó a ser parte de la vestimenta femenina, que se valió de este objeto para más de un solo uso.
Así fue como las mujeres empezaron a introducirse de tal manera con el uso de este artículo, que incluso llegaron a desarrollar un lenguaje con el mismo. Este incluía diferentes maneras que estaban sujetas a la interpretación, definidas por la forma de agarrar, situar o mover el artefacto.
Existía así una secuencia de mensajes bastante definida en la que podían expresar sus deseos o intenciones de un modo discreto y sin pronunciar una palabra. Las expresiones más comunes incluían una especie de “lenguaje secreto” en el que destacan:
- Abanico en la mano derecha y delante del rostro: quiere decir “sígame”.
- Sosteniendo el abanico con la mano izquierda y delante del rostro: quiere decir “dispuesta a conocerle”.
- Mantener el abanico posado en la oreja izquierda: quiere decir “déjeme en paz, por favor”.
- Mover el abanico con la mano derecha: quiere decir “no me convences como pretendiente”.
- Abanicarse a sí misma despacio: quiere decir: “ahora mismo estoy cansada”.
Es evidente que este lenguaje podía utilizarse para transmitir todo tipo de mensajes o apreciaciones, que bien podían ser positivas o negativas pero que, en sí, constituían toda una declaración de intenciones sutil y elegante de la mano de un complemento bello y adecuado a cada estilo.
Es cierto que el estilo de lenguaje va orientado al cortejo, pero esto tiene su razón de ser, especialmente si consideramos que su uso fue universalizado para el siglo XX. Por aquel entonces, las damas solían asistir a fiestas acompañadas por personas que vigilaban su comportamiento.
De esta manera podían interactuar con sus pretendientes y divertirse de una manera más discreta.
Características de los abanicos
Hay diferentes características de los abanicos que los han definido a lo largo de la historia y estás pueden cambiar de acuerdo al entorno. De esta manera conviene conocer cuáles son las partes del abanico convencional, tal y como lo conocemos a día de hoy.
No se trata de una estructura para nada complicada, ya que el abanico consta tan solo de dos partes. Estas son el país y la baraja.
La primera parte del abanico, conocida como el país, puede estar fabricada a base de tela, piel o papel. Es la que se encarga de facilitar la refrigeración, puesto que el aire es recogido e impulsado por sus varillas y materiales de fabricación.
La segunda parte, pero no menos importante es la que compone la base que sostiene a todo el abanico. Se conoce como la baraja y es una estructura capaz de plegarse, pero que al mismo tiempo se mantiene rígida para facilitar el sostenimiento de la pieza.
Estas son las dos características más importantes de un buen abanico, que puede sí presentar otras variables. Estas van ligadas a las dimensiones, acabados, estilos y colores.
Los elementos mencionados dependen directamente del fabricante, quien es el que plasma toda su habilidad en esta obra. El color, los detalles y ciertos símbolos que se puedan apreciar, normalmente son representaciones culturales de la zona en la que han sido fabricados.
Un buen abanico está elaborado con materiales de altísima calidad y es capaz de durar muchos años. No es difícil reconocerlos, ya que la elegancia y aspecto de la pieza destaca fácilmente cuando se compara con otros de manufactura de menor calidad.
Cómo escoger el mejor abanico
Este fiel compañero de fiestas y todo tipo de eventualidades cotidianas, sigue despertando pasiones en muchas mujeres. Así es, aunque en la actualidad cada vez se ven menos, este simbólico artefacto nunca ha llegado por completo al desuso.
En este sentido, conviene apreciar ciertos elementos si deseas encontrar el abanico que más te conviene. Esto porque existen diferentes tipos que corresponden a diferentes prácticas o tendencias.
Aunque en la actualidad puede parecer que es difícil escoger un abanico, la realidad es que no lo es. Tan solo basta con tener en cuenta ciertas consideraciones.
Lo primero es velar porque sea un artículo elaborado con materiales duraderos y de la más alta calidad. Con esto nos aseguramos de contar con un abanico visualmente atractivo y capaz de durar muchos años.
Lo segundo es definir qué tipo de abanico buscas y para qué lo necesitas. Sí lo buscas para ventilar, puede ser un elemento compacto, ideal para llevar en bolsos y utilizarlo siempre que gustes.
En caso de que lo busques para representaciones artísticas, existen opciones adecuadas a estos eventos, que normalmente son más grandes y presentan increíbles acabados estéticos.
Tus gustos y preferencias también juegan un papel fundamental, por lo que es lo primero que debes tener en cuenta. Los abanicos son artefactos personales, que mayormente se utilizan para acompañar atuendos, por eso nadie mejor que tú para escoger el estilo de la pieza.
Lo más normal es contar con diferentes abanicos, de esta manera puedes llevarlos indistintamente de la eventualidad a la que vayas a acudir. De esta manera puedes lucir elegante y sofisticada siempre que gustes, de la mano de una pieza de calidad con los mejores acabados del mercado.
Cómo encontrar los mejores abanicos
Para dar con una pieza genuina y que cumpla con los estándares de calidad más elevados, es indispensable saber a dónde acudir. Contar con una tienda de confianza, cuyo inventario en materiales de la más alta calidad esté provisto de los mejores fabricantes en artesanía. Es lo que te garantizará el éxito cuando necesites un abanico.
En Juan Foronda ponemos a tu disposición las mejores piezas del mercado, con una gran variedad de productos que se adaptan a tu presupuesto. No importa lo que estés buscando, sin duda encontrarás la mejor opción de artesanía sevillana, ahorrando tiempo y dinero.
El mercado de los abanicos no es tan amplio, porque en la actualidad quedamos muy pocos fabricantes con la maestría para conseguir piezas realmente bien hechas. Esto es un arma de doble filo, ya que si no sabes dónde buscar, hay muchas posibilidades de terminar adquiriendo imitaciones.
En este sentido, la invitación es a conocer nuestros productos, los cuales, como ya se ha mencionado, se adaptan a cualquier tipo de necesidad estética o cultural.
Esto es lo que nos ha caracterizado y al mismo tiempo nos diferencia con el resto del mercado, por ser proveedores de mercancías de gran calidad. De esta manera protegemos los intereses de nuestros clientes, que nos dan el privilegio de convertirnos en su primera opción.
El mundo de los abanicos es tan amplio como apasionante, ya que cada artefacto por sí mismo guarda historias emocionantes. Anímate a ser parte de esta tendencia milenaria y luce un aspecto elegante y sofisticado con los abanicos Juan Foronda.